martes, 12 de mayo de 2009

LA MIRADA DE LA IZQUIERDA PARA EL 2009 (Diciembre 2008)

2009 El Año Clave

Mucho de lo que ocurrirá el 2009 son definiciones cuyo escenario se ha construido durante los últimos 12 o 14 meses, para no aplicar sin rigor el calendario de los tiempos políticos. En ella la lucha social y sindical ha tenido sin duda un rol preponderante en tensionar las fuerzas y obligar a tomar partido en un escenario donde el modelo económico y su expresión en los más diversos ámbitos de la vida nacional, no puede ya seguir siendo aplicado con la libertad con que había sido hasta ahora. No al menos sin provocar resistencia y sin que esa resistencia termine siendo cada vez más nucleada en torno a la necesidad de algo distinto.

El 2009 por tanto será definitorio en relación a varios procesos políticos y económicos que convergen. En el país ya se sienten los primeros efectos del colapso financiero mundial y el gran capital se dispone a descargar todo el peso de la crisis sobre los hombros de los trabajadores. De otro lado, las principales fuerzas políticas se aprestan a tomar decisiones claves para la contienda electoral que se avecina y en medio de ellas, la izquierda y el progresismo intentan aglutinarse para levantar una Alternativa al modelo neoliberal, que impulse un programa y una candidatura únicas, que ponga en el centro la defensa de los intereses populares.

La crisisSin duda el año político, como todo, estará marcado por la crisis. Los economistas más serios evitan evaluaciones taxativas sobre la crisis, su prolongación y profundidad. Pero todos, en un grado u otro, se remiten a la gran depresión de 1929 -33. La referencia es significativa: la gran depresión provocó el fin de una forma de capitalismo, el liberal tradicional, que dio paso, para salvar el sistema, a formas diversas de capitalismo con una mayor injerencia del Estado. Ese modelo se extinguió con la imposición de la hegemonía del neoliberalismo.

La crisis pone en claro en que consistió el “mérito” de Pinochet al instalar a sangre y fuego el neoliberalismo. Él hizo el negocio del gran capital imponiendo la desregulación, las privatizaciones, la flexibilidad laboral y el crecimiento “hacia fuera” ligado a un menosprecio total por el desarrollo del mercado interno. Políticas que por cierto, en todo lo esencial permanecen hasta hoy. La magnitud de la crisis en curso es la consecuencia directa de esas concepciones, donde los mismos que se apropian del total de la riqueza durante las “vacas gordas”, pretenden que sea la gran mayoría quien pague sus desmanes a la hora de las flacas.

En Chile es emblemático el caso de los trabajadores empujados por la dictadura a las AFP y mantenidos hasta ahora allí por la Concertación: han perdido más de una quinta parte de sus fondos, más de 25 mil millones de dólares en medio de la crisis. Pero los dueños de las AFP han ganado millones en el camino, porque se pierden los fondos, pero no las comisiones ya cobradas y embolsadas. Hace 15 días el señor Velasco afirmó sin sonrojarse “los ahorros de los trabajadores chilenos están a buen recaudo”.

Las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades económicas han sido manifiestamente insuficientes. Pese a que la presidenta Bachelet ha señalado en múltiples apariciones públicas, que el costo de la crisis no la deben pagar los trabajadores, las iniciativas que ha anunciado el ministro de Hacienda se mueven en otra dirección. Ellas se orientan a garantizar la situación de los bancos privados y a establecer nuevas ventajas para eventuales inversionistas extranjeros, a los que se exime de pagar impuestos por las ganancias del capital.

Entre otros efectos la crisis se expresa en nuestro país, a través del alarmante descenso en los precios de los principales productos primarios de exportación, y en especial, el cobre. A ello se suman los intentos empresariales por, con el pretexto de la crisis, bajar los salarios reales, imponer nuevos abusos bajo el nombre de flexibilidad laboral e incluso intentar posponer normativas aprobadas como la semana corrida y la igualación del sueldo base al sueldo mínimo.

Actualmente se está produciendo un ola de despidos, que se manifiesta con crudeza en el rubro salmonero y forestal. En Puerto Montt, la capital salmonera de la X región, la crisis se unió con la expansión del virus ISA por la irresponsabilidad empresarial y hasta hoy se cuentan 6.000 despedidos.Desde el estallido de la crisis se han cerrado unos 40 aserraderos en distintas zonas del país, lo que ha implicado el despido que 4.000 trabajadores forestales. La situación se agravará a medida que avance el año venidero. Se estima que se perderá cerca de un 30% de los empleos de la construcción, cerca del 15% del comercio y otra cantidad significativa en las actividades agrícolas estacionales. En resumen, estamos hablando de 250.000 a 300.000 desempleados más.

Ello hace prever un año convulsionado por los conflictos laborales y sociales, que no estarán dispuestos, como no, a aceptar impávidamente como se descarga la crisis sobre sus hombros.

Las elecciones Municipales

Si hay una victoria que registrar en las últimas elecciones municipales, esta es la de haber logrado la instalación de la necesidad fundamental e impostergable de terminar con la exclusión sin más tardanza.El Juntos Podemos Más alcanzó un porcentaje similar al del 2004 y aunque como pacto disminuyó en el número de concejales electos, de 89 a 79 concejales, el Partido Comunista legal subió su votación obteniendo un 4,98%, lo que aumenta a un 6,06% si se considera a los militantes comunistas que se presentaron como independientes.

Un hecho que se debe registrar además, es la elección de concejales de izquierda en algunas de las comunas más grandes e importantes del país, como Santiago, Maipú, La Florida, Quinta Normal, Conchalí, el Bosque, Recoleta, a lo cual se suma Calama, San Antonio y Coronel.

El acuerdo por omisión suscrito entre la Concertación y el Partido Comunista permitió al PC retener tres de sus alcaldías, y ganar la emblemática y populosa comuna de Pedro Aguirre Cerda, con Claudina Núñez.

Del otro lado, los votos de la izquierda aportaron al triunfo de la coalición oficinista en La Florida, Maipú, San Miguel, La Cisterna, Melipilla, Quirihue, Lebu, Osorno, Paillaco y Frutillar.Sin embargo, si la Concertación se hubiese allanado a extender este acuerdo a otras comunas, se habría logrado detener el avance de la derecha en Valparaíso, Estación Central, Recoleta, Talca, Calama y otras importantes comunas, pagando un alto costo por este error.

Panorama político

Los resultados de las elecciones municipales agudizaron la crisis en la Concertación, y al mismo tiempo, acrecentaron los apetitos de Sebastián Piñera por llegar a la Moneda. Sin embargo, el importante aumento en el número de comunas y capitales regionales que están bajo control de la derecha, no puede atribuirse al moderado crecimiento que experimentó la votación de la alianza (que sube de un 38,72% en el 2004 a un 40,56%), sino más bien a la irrupción del Partido Regionalista Independiente y los descolgados de la Concertación.

A nivel de los partidos, la situación más fuerte se experimenta en la Democracia Cristiana, donde la magra votación que obtienen, tanto como la pérdida de municipios emblemáticos para la colectividad desencadena la caída de la presidenta del partido, Soledad Alvear, y de paso, instala la candidatura presidencial de Eduardo Frei.

Por otra parte, en el Partido Socialista existe una fuerte preocupación por el estancamiento que registra su votación, pues en las últimas dos elecciones de concejales y diputados, no han podido superar la barrera del 11%. Si bien la directiva encabezada por Camilo Escalona ha visto renacer a su candidato presidencial José Miguel Insulza, desde la izquierda ha experimentado la partida del senador Alejandro Navarro y enfrenta los constantes embates del ex ministro Jorge Arrate. Quién propugna por constituir una nueva coalición que supere a la Concertación y converja con elJuntos Podemos Más.

Asimismo, la “bajada” del nunca candidato Ricardo Lagos, se explica por la resistencia que ha surgido dentro de la propia coalición al marcado tinte liberal de una posible segunda administración. Pepe Auth ha señalado que para el PPD todas las opciones están abiertas y que ellos definirán a su abanderado presidencial en el Consejo Nacional del 16 enero, aunque ya hayan destacados personeros que han expresado su afinidad con algunos planteamientos de Frei.

Sin duda la mayor incidencia de la izquierda y el mayor protagonismo de la lucha social y sindical, son elementos que han mellado la posibilidad de la Concertación de profundizar el neoliberalismo y puesto en debate las posiciones más derechistas hasta hace poco incuestionables. En este sentido es probable que en las próximas elecciones se cierre un ciclo y decanten las contradicciones que anidan en el seno del conglomerado de Gobierno. Ya sea que logren reagrupar fuerzas quienes como Andrés Velasco y expansiva abogan por la profundización del neoliberalismo, o bien ganen posiciones los que apuestan al avance de las reformas democráticas postergadas.

Es indudable que la derecha tiene opciones reales para ganar la presidencia con Piñera y las elecciones municipales representaron para ellos un avance en esta dirección. La reciente proclamación que realizó la UDI del candidato de Renovación Nacional en su consejo directivo ampliado, suaviza las viejas querellas que han caracterizado la relación entre ambos partidos.Hay personeros de la Concertación, -como Patricio Aylwin-, que ven con cierto agrado la posibilidad que la Alianza llegue al gobierno, pues piensan que la alternancia es un fenómeno positivo para el país. El ánimo triunfalista que impera en Sebastián Piñera, queda en evidencia con el anuncio de elegir una mayoría parlamentaria afín a su gobierno.

Otro de los fenómenos políticos que acaparó la atención es el 7,57% de los votos que obtuvo el pacto por un Chile Limpio. Dicho pacto es un conglomerado tremendamente heterogéneo, donde la principal fuerza reside en el grupo que se escindió de la Democracia Cristiana y que se refugió en el Partido Regionalista Independiente. Hay que reconocer que este partido supo capitalizar el descontento existente en sectores duramente golpeados por el neoliberalismo, como ciertas franjas de pequeños y medianos empresarios. En la coyuntura electoral que se aproxima, el PRI enfrentará una difícil disyuntiva, ya que si desea mantener su representación parlamentaria está obligado a buscar acuerdos con otros referentes políticos. Por ahora el presidente de dicho partido, el diputado Mulet, ha sostenido que bajo ninguna circunstancia virarían hacia la derecha.

En estas elecciones municipales nuevamente se pudo apreciar la presencia de un importante segmento de la población, que se mantiene al margen del sistema institucional de representación político o simplemente no expresan su preferencia. Si sumamos la abstención que alcanzó a 1.152.665 personas y los 3.855.725 no-inscritos, llegamos a la alarmante cifra de 5.038.390 personas que se marginaron del reciente proceso electoral.

Si bien este desinterés con la participación política esta estrechamente asociado al malestar social que emerge frente a las aberrantes de desigualdades que conlleva el modelo y al rechazo a una clase política que aparece más preocupado de sus propios intereses, que del servicio público.

Sería aventurado identificar a estos sectores abstencionistas con una crítica consciente al neoliberalismo, pues es dable recordar que el apoliticismo es el caldo de cultivo para proyectos populistas como el que encabezó Lavín, y para propuestas faranduleras al estilo Farkas.

El dilema para quienes apuestan por cambios profundos es cómo politizar a amplios segmentos de la población que sienten los efectos del neoliberalismo, pero son incapaces de identificar donde está el origen de los problemas que los aquejan. Una orientación concreta en este sentido, apunta a diseñar un plan especial de inscripción de los jóvenes en los registros electorales, pues en este segmento hay un enorme potencial de crecimiento.

Célula PC.

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